Para ejercer mi profesión se requiere un perfecto dominio de la lengua materna, una excelente comprensión de los idiomas de trabajo y un profundo conocimiento de las técnicas de traducción, o el arte de adaptar un mensaje de un idioma a otro respetando el significado de las palabras y la esencia del tema. El traductor tiene en cuenta al destinatario, pero permanece fiel al remitente. Es el intermediario entre un autor y un lector que no se entienden. Es un técnico riguroso, además de ser un artista; compone cuando transpone y nunca se impone. Es un enlace, discreto, pero primordial.
Hice el bachillerato científico y obtuve un grado en LEA (Lenguas Extranjeras Aplicadas) antes de cursar estudios en la Escuela Superior de Intérpretes y Traductores de París y obtener un máster en traducción editorial, económica y técnica.
Mis idiomas de trabajo son el inglés y el español, que traduzco al francés, mi lengua materna.
Dedico la mayor parte de mi tiempo a la denominada traducción con fines editoriales (informes de organizaciones internacionales y ONG sobre desarrollo, derechos humanos y cuestiones climáticas, comunicación corporativa interna y externa, publicaciones impresas, sitios web), pero también hago traducciones técnicas o económicas. En el ámbito jurídico trabajo fundamentalmente desde el español.
Especialidades
Automóvil, marketing et comunicación, organizaciones internacionales y no gubernamentales, turismo, edición